SUSTENTO TEÓRICO:

La problemática ambiental traspasa fronteras e involucra a toda la humanidad.

La crisis ambiental plantea una serie de dilemas y problemas a enfrentar. Para poder resolver esta situación es necesario redefinir algunos conceptos y enfoques.

Las sociedades occidentales son responsables de una concepción antropocéntrica del Hombre que lo ubica en una postura dominante como amo y señor del mundo y “enfrentado a la Naturaleza”.

Esta postura empieza necesariamente a revertirse cuando la Naturaleza comenzó a manifestar que no es gratuita ni inagotable y esta manifestación perjudicó al hombre. A partir de aquí, aparece una posición diferente ante la necesidad de “convivir” con la Naturaleza y se modifica la actitud del Hombre y de la Sociedad.

 

Proyecto Educación AmbientalEsta concepción actual, conduce al análisis de nuevos conceptos como:

  • Recuperación y cuidado del ambiente.
  • Revalorización de antiguas tecnologías conservativas.
  • Desarrollo sustentable.
  • Educación ambiental.

La humanidad, a través del análisis y planteo de diferentes crisis ambientales y por medio de tratados internacionales ha intentado un principio de resolución de estos problemas, pero la realidad es que sin apoyo financiero y sin una postura político-social clara y definida no sólo no se han resuelto los problemas sino que en muchos casos se han agravado.

Sin pretender dar una visión pesimista, es necesario reconocer la importancia del poder económico por sobre los bienes y recursos que la naturaleza brinda a la humanidad. El mundo está teñido por la ambición económica y el consumismo, la lucha es desigual.

También se ha producido un cambio de Paradigma indispensable y fundamental para ubicarnos en una postura acorde a las circunstancias. Expondremos los tres paradigmas y nos detendremos en el que nos brinde el marco teórico desde donde basaremos nuestro Proyecto Institucional.

 

  • Modelo Naturalista: Fue el primero. Está centrado en la comprensión e investigación del ambiente (salir a la naturaleza).
  • Modelo Ambientalista: Es conservacionista. Toda acción humana deja su impronta en la Naturaleza y la altera. Lo importante es que el daño no sea irreversible.
  • Modelo de Sustentabilidad: Requiere una modificación profunda, política y social. Implica un cambio de valores y ético, además de reformas de estructuras socio-económicas.

En base a esto puede decirse que la Educación Ambiental debe estar contemplada en todas las plataformas de los partidos políticos ya que la misma no pertenece a ninguna ideología en particular y es un derecho natural de toda la humanidad para su propia supervivencia.

Tomando el Modelo de Sustentabilidad como marco teórico del Proyecto de Educación Ambiental, hay que analizar y redefinir los conceptos de Ambiente, Educación ambiental y Desarrollo Sustentable.

El concepto de ambiente es conveniente trabajarlo desde distintas dimensiones (humanísticas y naturales) y establecer los dos paradigmas de ambiente: Urbano y Rural.

El concepto de Educación Ambiental debe ser trabajado y definido por toda la Comunidad Educativa ya que debe estar basado en el Paradigma de Sustentabilidad.

El fin en sí mismo es educar en Responsabilidad, Autonomía y Participación, por lo tanto, las acciones institucionales deben estar acordes con la sustentabilidad.

Es esencial que exista coherencia entre el discurso y la práctica. El concepto de Desarrollo Sustentable debe analizarse teniendo en cuenta que Desarrollo se relaciona con globalización, por lo tanto para que sea sustentable, debe plantearse una manera diferente de ver el mundo que implica un cambio político, económico y social.
Para lograr algún cambio, es necesario tomar conciencia pero no es suficiente. Por eso, la Escuela debe convertirse en el lugar creativo de acciones y estrategias que estimulen modificaciones éticas en los miembros que la componen y en factor multiplicador de estas acciones hacia la sociedad.

 

 

OBJETIVOS:

  • Lograr que los miembros de la Comunidad Educativa mejoren la capacidad de análisis, reflexión y acción.
  • Reconocer que la Educación Ambiental es para toda la vida y no se termina con la escolaridad.
  • Comprender que es un proceso de ida y vuelta: “El que aprende enseña”.
  • Potenciar el compromiso y la corresponsabilidad.
  • Determinar que la Educación Ambiental no es una educación para conocer y comprender, sino para comprender y actuar.
  • Promover valores de comportamiento coherentes con los valores de la escuela.
  • Pensar globalmente y actuar localmente.
  • Desarrollar estrategias necesarias para llevar a cabo acciones de mejora ambiental.
  • Seleccionar actividades educativas ambientales apropiadas para cada nivel educativo.
  • Proponer ideas para participar activamente en la vida escolar y comunitaria.

Back to Top